Desde la Diócesis de Valladolid os queremos seguir acompañando después de haberos casado porque creemos en la Familia, en el Matrimonio Cristiano y en el amor para toda la vida, por eso os presentamos una forma para seguir cuidándoos.
Vivimos en una sociedad en la que es muy complicado vivir la fe y es muy importante hacerlo en comunidad.
En este proyecto trabajaremos con una serie de herramientas que os ayudarán a enfocar vuestra vida, siendo esta un proceso de mutuo enriquecimiento que debemos cuidar y nos será más fácil enfrentarnos a las dificultades que nos iremos encontrando.
¿A quién va dirigido?
A matrimonios que quieran continuar con su proyecto de vida familiar cristiano, que tengan ciertas inquietudes para seguir formándose y que apuesten por un amor para toda la vida.
¿Cómo y cuándo lo hacemos?
Nos reuniremos una vez al mes, las fechas las decide el propio grupo, en comunidad, siendo 5/7 matrimonios, acompañados por un sacerdote y un matrimonio animador.
¿Cuánto dura?
Es un material compuesto por 7 temas que iremos trabajando a lo largo de un curso.
TESTIMONIOS
(Os compartimos el testimonio de unos matrimonios que están viviendo esta experiencia, por si os puede ayudar)
“Porque donde dos o tres están reunidos en mi nombre, allí estoy yo en medio de ellos”. (Mt. 18, 20).Somos Sara y Javi y en estos dos años que llevamos casados hemos descubierto que el matrimonio es una situación privilegiada para descubrir a Dios entre nosotros. Desde hace un año compartimos camino con otros matrimonios jóvenes, guiados por otro matrimonio con más recorrido y un sacerdote. Cada mes nos reunimos para compartir vida y fe, trabajando diversos temas relacionados con el amor conyugal (familia, hijos, comunicación…). Gracias a estos encuentros tenemos la oportunidad hacer un parón en nuestra vida diaria para hablar de nosotros más allá de las conversaciones cotidianas y ponerlo en común con personas que se encuentran en la misma situación vital que nosotros, escuchando y aprendiendo juntos. Ahora formamos parte de una comunidad donde compartir con libertad vida y mesa, con espacio para risas, anécdotas, situaciones menos alegres… pero también para la oración y celebrar la Eucaristía en comunión. Y este es el sentimiento principal que vivimos en cada encuentro que celebramos, que este acompañamiento ha supuesto un regalo para nuestra vida porque nos ayuda a poner al Señor en el centro de nuestro matrimonio.
El Acompañamiento ha sido un gran descubrimiento y una gran ayuda para nosotros. Hoy en día no es fácil encontrar un lugar en el que te ayuden y te impulsen a vivir un matrimonio cristiano y donde poder compartir experiencias, buenas o menos buenas, para mejorar día a día. Estamos muy agradecidos a todos los que forman parte de nuestro Acompañamiento: al sacerdote, al matrimonio «tutor» y al resto de matrimonios que participan. ¡Os animamos!
“Para nosotros es muy importante reunirnos con otros matrimonios jóvenes y compartir nuestras experiencias y el paso del Señor por nuestras vidas. Al igual que poder analizar temas reales que pueden afectar a nuestro matrimonio. A día de hoy ponernos en presencia del Señor y reflexionar sobre cuestiones tan importantes, junto a un sacerdote, es un lujo.”